#028 Sandslash

Sandslash puede enroscarse y convertirse en una bola de largas púas. En combate, este Pokémon hace retroceder a sus rivales clavándoselas. Acto seguido, aprovecha para echarse sobre ellos y atacarlos con sus afiladas garras.

Sandslash está recubierto de duras púas que son partes endurecidas de la piel. Suele mudarlas una vez al año; debajo de las viejas púas crecen unas nuevas que las sustituyen.

Ante el peligro, se acurruca en un espinoso ovillo. De esta forma puede rodar para atacar o escapar.

Si cava a gran velocidad, puede que se le caigan las garras y púas. Vuelven a crecerle en un día.

Sus afiladas púas, con las que ataca a sus enemigos haciéndose una bola, son partes endurecidas de su piel.

Sus afiladas púas, con las que ataca a sus enemigos haciéndose una bola, son partes endurecidas de su piel.

Se hace una bola y se lanza rodando hacia los enemigos para clavarles sus afiladas púas.

Se hace una bola y se lanza rodando hacia los enemigos para clavarles sus afiladas púas.

Si cava a gran velocidad, puede que se le caigan las garras y las púas. Vuelven a crecerle en un día.

En un intento por esconderse, saldrá corriendo a gran velocidad, dejando tras de sí una gran polvareda.

Se hace una bola y se lanza rodando hacia los enemigos para clavarles sus afiladas púas.

Se hace una bola y se lanza rodando hacia los enemigos para clavarles sus afiladas púas.

Se hace una bola y se lanza rodando hacia los enemigos para clavarles sus afiladas púas.

Ante el peligro, se acurruca en un espinoso ovillo. De esta forma puede rodar para atacar o escapar.

Suele hacerse una bola y rodar a toda velocidad al tiempo que va clavándole las púas y las garras al enemigo.

Se enrosca para protegerse del enemigo y de los golpes de calor que hay durante el día, cuando aumenta la temperatura.

Sandslash se puede enroscar y convertirse en una bola de largas púas. En combate, este Pokémon hará lo posible por debilitar a su rival: le clavará las púas, se le acercará y le atacará con las afiladas garras.

Sandslash está recubierto de duras púas que son partes endurecidas de la piel. Suele mudarlas una vez al año; debajo de las viejas púas crecen unas nuevas que las sustituyan.

Lo suyo es trepar árboles, hacerse una bola de púas y atacar desde arriba a sus enemigos.

Si cava a gran velocidad, puede que se le caigan las garras y púas. Vuelven a crecerle en un día.

En un intento por esconderse, saldrá corriendo a gran velocidad, dejando tras de sí una gran polvareda.

Es muy hábil al golpear a sus enemigos con sus garras. Si se rompen, crecerán en un solo día.

Ante el peligro se acurruca en un espinoso ovillo. De esta forma puede rodar para atacar o escapar.