#115 Kangaskhan

No es recomendable molestar ni intentar atrapar a crías de Kangaskhan mientras estén jugando, ya que seguro que su madre anda cerca y reaccionará con enfado y violencia.

No es recomendable molestar ni intentar atrapar a crías de Kangaskhan mientras estén jugando, ya que seguro que su madre anda cerca y reaccionará con enfado y violencia.

Si no hay peligro, el joven sale de la bolsa y juega. El adulto vigila atentamente al joven.

Lleva a su cría en la bolsa de su panza. Solo deja que su cría salga a jugar cuando no siente peligro.

Lleva a su cría en la bolsa de su panza. Solo deja que su cría salga a jugar cuando no siente peligro.

Lleva a su cría en la bolsa de su panza. Solo deja que su cría salga a jugar cuando no siente peligro.

Lleva a su cría en la bolsa de su panza. Solo deja que su cría salga a jugar cuando no siente peligro.

Lleva a su cría en la bolsa de su panza. Solo deja que su cría salga a jugar cuando no siente peligro.

Para proteger a su pequeño, nunca abandonará el combate, sin importar lo herido que esté.

Si no hay peligro, el joven sale de la bolsa y juega. El adulto vigila atentamente al joven.

Lleva a su cría en la bolsa de su panza. Solo deja que su cría salga a jugar cuando no siente peligro.

Lleva a su cría en la bolsa de su panza. Solo deja que su cría salga a jugar cuando no siente peligro.

Lleva a su cría en la bolsa de su panza. Solo deja que su cría salga a jugar cuando no siente peligro.

El bebé no suele salir de la segura bolsa de su madre hasta que cumple los tres años.

La hembra cría a sus pequeños en la bolsa que tiene en la panza. Es muy buena usando puño cometa.

Si te cruzas con uno que esté jugando, no lo molestes ni intentes atraparlo. Seguro que uno de sus progenitores anda cerca y reaccionará con enfado y violencia.

Si te cruzas alguna vez con un Kangaskhan que esté jugando, no le molestes ni intentes atraparlo. Seguro que estará cerca alguno de sus progenitores, que reaccionará con enfado y violencia.

Si te cruzas alguna vez con un Kangaskhan que esté jugando, no le molestes ni intentes atraparlo. Seguro que estará cerca alguno de sus progenitores, que reaccionará con enfado y violencia.

Tiene la costumbre de dormir de pie para no aplastar a la cría que lleva acurrucada en la bolsa.

Para proteger a su pequeño, nunca abandonará el combate, sin importar lo herido que esté.

Si no hay peligro, el joven sale de la bolsa y juega. El adulto vigila atentamente al joven.

Cuida de su cría en la bolsa de su tripa. No evitará ninguna pelea para protegerla.

El bebé no suele salir de la segura bolsa de su madre hasta que cumple los tres años.