#247 Pupitar

Pupitar crea un gas en su interior, que comprime y expulsa violentamente a modo de autopropulsión. Tiene un cuerpo resistente que se mantiene inalterable hasta cuando se golpea contra duro acero.

Pupitar crea un gas en su interior, que comprime y expulsa violentamente a modo de autopropulsión. Tiene un cuerpo resistente que se mantiene inalterable hasta cuando se golpea contra duro acero.

Su caparazón es duro como una piedra y muy resistente. Su Golpe puede derribar montañas.

Su cuerpo es duro como la roca. Se autopropulsa como un cohete soltando lo gases de su interior.

La larva vuela propulsándose con los gases sometidos a altas presiones que encierran en el interior de su cuerpo.

La larva vuela propulsándose con los gases sometidos a altas presiones que encierran en el interior de su cuerpo.

Su cuerpo es duro como la roca. Se autopropulsa como un cohete soltando los gases de su interior.

Su cuerpo es duro como la roca. Se autopropulsa como un cohete soltando los gases de su interior.

Hasta encerrado en su coraza, se mueve libremente. Duro y rápido, su poder destructivo es enorme.

Su caparazón es duro como una piedra y muy resistente. Su Golpe puede derribar montañas.

Su cuerpo es duro como la roca. Se autopropulsa como un cohete soltando los gases de su interior.

Su cuerpo es duro como la roca. Se autopropulsa como un cohete soltando los gases de su interior.

Su cuerpo es duro como la roca. Se autopropulsa como un cohete soltando los gases de su interior.

Su caparazón es duro como una piedra, y muy resistente. Su Golpe puede derribar montañas.

Hasta encerrado en su coraza, se mueve libremente. Duro y rápido, su poder destructivo es enorme.

Crea un gas que comprime y expulsa violentamente para autopropulsarse. Se mantiene inalterable incluso si se golpea contra el acero más duro.

Pupitar crea un gas en su interior, que comprime y expulsa violentamente a modo de autopropulsión. Tiene un cuerpo resistente que se mantiene inalterable hasta cuando se golpea contra duro acero.

Pupitar crea un gas en su interior, que comprime y expulsa violentamente a modo de autopropulsión. Tiene un cuerpo resistente que se mantiene inalterable hasta cuando se golpea contra duro acero.

No se está quieto ni aún dentro de su capullo. Tiene extremidades debajo de la sólida concha.

Hasta encerrado en su coraza, se mueve libremente. Duro y rápido, su poder destructivo es enorme.

Su caparazón es duro como una piedra, y muy resistente. Su golpe puede derribar montañas.