#microcuento En el Parque de las Ilusiones del mundo de los Pokemon, en Ciudad Pradera, todo era paz y tranquilidad. Había juegos como el Pilla-pilla, escondites, adivinanzas y como no, combates, pero no eran para hacerse daño, ¡al contrario!, eran para hacerse más amigos.

Cuatro Pokemon estaban jugando, Charmeleon, un pequeño Pokemon tipo Fuego con aspecto de dragón y una llama al final de su cola, Pikachu, del tipo Eléctrico, una simpática ardilla amarilla con mucha chispa, Azumarill, del tipo Agua parecido a un conejito de color azul cielo, y Cobalion del tipo Metal similar a un ciervo de un azul intenso con grandes cuernos (el más fuerte de los cuatro amigos)

De pronto, se escuchó una explosión ¡¡BOOOOM! en el almacén de Ciudad Pradera. Cuando llegaron, descubrieron que el baúl de las provisiones con las bayas verdes y amarillas que alimentaban a la ciudad había desaparecido.¡Alguien se lo había llevado!

Entonces vieron a Oshawott (un pequeño Pokemon de Agua parecido a un osito de peluche azul) tumbado en el suelo.

- ¿Qué ha pasado?.- preguntó Pikachu.

- Han robado las bayas.- Dijo Oshawott levantándose.- han sido Zekrom y Reshiram, vinieron volando lanzando bolas de fuego y relámpagos, me tiraron y se llevaron el baúl.

- ¿Qué? ¡Malditos! ¡Iremos a por ellos!.- dijo Cobalion muy enfadado.

- Muy bien, pongámonos en marcha. Todos estuvieron de acuerdo.

Pronto, los cuatro amigos cogieron unas pocas bayas que quedaban y partieron en busca de los ladrones. Les esperaba un largo viaje.