Después de una muerte... no tan importante, descendimos por el Mt. Chimeney tras derrotar a los Shadow grunts, y entre rutas atrapé un Growlithe y una Starly a quiénes llamé Rengoku y Ari respectivamente.
En una casa de esas rutas, una chica me decía que me regalaría un pokémon por haber llegado tan lejos, y, ¡sopresa! ¡No eran nada menos que uno de los iniciales de Unova!
Me aventuraré a decir que mi decisión estaba más que clara, es decir, vamos, lo he dicho miles de veces. Una vez en Crater Town, no me tomé mucho tiempo y me enfrenté al líder, Véga, quien no me dió mucho problema (más que nada por Kirlia, que me carreó el combate).
Y después de una pelea contra el líder, finalmente logré ganar y evolucionar a mi Oshawott en un Dewott.