Hasta hace poco luego de haber terminado de dar la clase, chequear la lista y tomar la mochila que suelo llevar aun después de casi diez años de sacar parches tomé una ruta distinta por la avenida que da al parque de la facultad, y había notado la apertura de una tienda de TCG, y en general, por lo que tomé la decisión de ir a la siguiente vez.
No fue si no hasta este miércoles cuando tuve la oportunidad de volver a encontrarme con una chica muy especial que no veía hace tiempo, aprovechando mi día libre recorrimos diversos puntos de interés al rededor de la ciudad, por lo que al pasar a pagar el té azul que habíamos comprado, un cartel anunciando la llegada de mascarada crepuscular adornaba la entrada al edificio contiguo, esta chica conociendo mi afición a gastar mi dinero sobrante en una o dos cartas de mi interés preguntó de que iba. Mientras señalaba como un verdadero niño desde las formaciones hasta la exagerada cantidad de cartas de energía que tenía, solo sonrío e insistió en que fuera a ver aprovechando la ocasión, por lo que entramos no sin antes pedir disculpas porque saldría todo el ñoño del interior.
No pasó mucho sin que llevara unas cartas que faltaba agregar a mi mazo de oscura, eso y unas v que no tenía, fue ahí donde encontré una carta de Garbodor V, la cual me llamaba la atención por su peculiar diseño, así que la añadí con el resto, entre ellos cartas en otros idiomas que habían llegado y decidí llevar.
Terminada la jornada y llegando a casa empecé a organizar las cartas y otros regalos que había recibido, fue ahí que miré una vez mas la carta de Garbodor en un forrito de Charmander quizá con un ligero toque de nostalgia, considerando que hace años por un reto personal decidí atrapar un Trubbish en mi partida de Black 2 y ver si podía llevarlo a la liga. Cosa que logré hacer con un poco de dolor general en la paciencia, pero que fue gratificante.
Por lo que arrastrado por la saudade empecé a buscar cosas relacionadas a esta corta linea evolutiva, y para mi sorpresa no es un pokémon para nada despreciado. Diversos artworks oficiales, fanarts, e inclusive mercancía llenaban paginas de búsqueda en Google, Pinterest, e inclusive un par de publicaciones curiosas en Instagram. Recordando también lo difícil que era jugar con este (al menos hasta descubrir una buena estrategia, en mi palabras, pollutive) debido a sus estadísticas, precisamente es en este campo donde era pero valorado, recibiendo comentarios graciosos y ofensivos desde lo ridículo de su ataque físico siendo mas fuerte que el especial hasta lo absurdo del diseño, y sin embargo tras leer diversos cuestionamientos siempre llega la pregunta: ¿a quien podría gustarle de verdad?. Ciertamente eso me hizo reflexionar.
Muchas son las ocasiones en las que solo atrapamos un Pokémon por que se nos hizo muy bonito, gracioso o simplemente algo tiene que llama la atención y realmente no nos preocupamos de si era mejor o peor que otro, solo que al fin y al cabo contaba como un compañero, y eso era suficiente para seguir nuestra aventura a través de la región, la larga odisea por el titulo.
Cierto es también que muchas veces esa sensación de compañerismo con nuestro pokes se ve opacada por desafíos como el nuzlocke o speedrun que traen otro tipo de diversión y sensación de frescura al jugar, así como tampoco ayuda demasiado la compañía a cargo que vende esta amistad pero ciertamente hace énfasis en que es, al fin y al cabo, una compañía. Muchas veces olvidamos entre gustos bastante cuestionables y aspecto competitivo que al final los pokémon aun siendo datos, imágenes, peluches, figuras son en algún punto también compañeros
¿Ninguno de ustedes antes ha tenido el pensamiento o si quiera cruzado por la mente como sería si pudieras tener a tu pokémon contigo en la vida real? alguien que quizá te ayudase a sobrellevar dificultades en las que muchas veces debemos afrontar bajo el alero de la soledad, como pasa muchas veces con nuestras mascotas, pero en este caso con una mayor comunicación. Bajo esa premisa muchos pokémon cual animales salvajes podrán tener ciertos tratos respectivos, según su utilidad o carisma, según su historia o incluso diseño. Pues es que dentro del mismo universo a veces estos son despreciados, ignorados, maltratados; y es también uno de los puntos donde más se desborda empatía hacia estos monstruos de bolsillo; excelente paralelismo con lo que sucede en la vida real, mascotas tanto ''poderosas'' como ''hermosas'' reciben esta clase de maltrato, ¿Qué le queda a aquellas que ni si quiera cumplen con este estándar?.
Una gran diversidad de criaturas extintas en gracia de la humanidad, que muchas veces busca su supervivencia y muchas otras tienen motivos generacionales donde desplazan a estas criaturas hasta la extinción, muchas otras cumplen con funciones y luego las abandonan como ocurrió con las palomas en nuestro mundo, pasando de un tipo de mensajería a otra y ahora siendo consideradas plagas o pestes ¿acaso hemos olvidado que además de eso también existen y hay gente que las conserva de mascotas?. Esto mas que una alegoría molesta hacia nuestra especie; autocritica saturada que encuentras a granel; es mas un recordatorio de lo lejos que hemos llegado pero también de lo diferente que podemos llegar a pensar, tal como hay gente que a día de hoy tiene palomas de mascota, y una vez interactúas y sabes mas del animal mas te encariñas de este y mas estrecho se vuelve el vinculo, descubriendo mas sobre la criaturita en cuestión, desde el perro de los vecinos que saluda con alegría siempre que te ve, hasta la araña en la esquina que aparece muy de vez en cuando pero que ya es parte de la casa (se por miedo o porque también generaste ese ligero cariño hacia ella).
La necesidad de ver una criatura y pasado el miedo y asco encontrar genuina curiosidad, es esa sensación también con la que empecé a ocupar a Trubbish, dándome cuenta que en realidad no era una criatura tan mala y que en realidad ya me había generado simpatía. Desde siempre he tenido cierto aprecio por las criaturas usualmente descartadas por no cumplir con las expectativas generales de los demás, o que puedan llegar a aterrar tan solo de mirarlas. Es por eso que en muchas de mis runs siempre he ocupado tipo siniestro, porque siempre genera esa sensación inquietante o ''relacionada a la maldad'' pero a la vez una inquebrantable lealtad y táctica, así como los tipo veneno que además de lucir increíbles también son adjudicados principalmente villanos, cuando en realidad hasta los leones en la vida real juegan, tienen parejas, y desarrollan vínculos.
La misma sensación de ver en mi primera partida que la tercera pokéball se quedaría eternamente a la espera de un entrenador fue la que hizo que probara pokes que usualmente no son destacables, independiente de su tipo y habilidades, estadísticas y estilo. Es en esas veces que debemos mirar en otra perspectiva, tratar de entender que hay belleza en partes donde no podemos verla al inicio, pero que una vez explorado nos damos cuenta del universo que esto trae, desde personas, aficiones, animales y por su puesto nuestros queridísimos compañeros. Siempre es bueno tratar de entender antes de si quiera ser entendido.
La carta de Garbodor ahora ocupa otro lugar en mi billetera junto mi primer inicial y el Houndoom que siempre acompaña en mis aventuras. Ese niño que jugó Pokémon Cristal a sus ocho con un equipo que llevaba un Snubbull junto a su temible equipo, al igual que el joven que llevó a Trubbish al final, seguirá siendo el mismo adulto que le da una oportunidad a Wo-Chien y Pecharunt, solo para poner retos a mi persona, y para comprender mejor la belleza de su diseño desde otros ángulos, con la certeza de que me llevaré mas de un buen rato. .
¿Qué hay de ti?
¿Cuál monstruo de bolsillo siempre te ha gustado a pesar de su aspecto o utilidad?
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